El Sagrado Corazón El amigo que nunca falla… El nos espera… desde siempre. Aquel que dio la vida por nosotros y que no deja de amarnos… Aquel que confía en nosotros aunque nosotros le fallemos… Aquel que espera siempre y que ha querido que sepamos que su Corazón esta para siempre abierto porque la lanza en su costado abrió de par en par la puerta de la misericordia. El sigue diciéndonos.. “venid a mi los que andáis cansados y agobiados que yo os aliviaré…”
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De corazón a corazón Cuando amas a alguien buscas momentos de estar con el, conocerle, descubrir lo que le gusta y le agrada, compartir experiencias, diálogos y silencios. Es así como la amistad el amor crece…imposible de mantener viva una planta sin regarla… imposible una amistad sin diálogo, sin compartir en confianza, sin conocerse. Si quieres vivir una verdadera amistad con Jesús, que crezca cada día y se haga profunda tienes que tener encuentros de corazón a corazón con el donde le hables, le escuches… le compartas tus alegrías, tus penas tus esperanzas y dificultades… y sobre todo tu amistad con El. Tienes que buscar conocerle a través de otros que le conocen… leer lo que está escrito de El sobre todo de su Vida y palabras que nos relatan los Evangelios. Por eso, es bueno que de vez en cuando busques un día para El… que te retires en el silencio y soledad para dialogar con El con más calma.
Voy a indicarte algunas ideas para poder sacar buen provecho de ese día que te quieras retirar con el Señor.
· Busca un lugar donde no seas requerido por los otros más que por El. Es con El con quien quieres encontrarte. Para eso escoge un lugar apropiado para rezar donde no estés tentado por distracciones externas. Silencioso donde nadie pueda interrumpirte.
· Participa a la Misa de ese día al comienzo o al final de tu retiro. Es en ella donde se celebra el gran misterio de su Muerte y Resurrección y se nos entrega como “comida” para el camino…
· Escribe un objetivo para ese retiro y un pequeño horario indicando el tiempo que vas a dedicar : - Al diálogo personal con Jesús (si posible delante del Santísimo Sacramento) - un tiempo de lectura de la Palabra de Dios te ayudara a descubrirle y conocerle más... - Un tiempo para que puedas escribir tus reflexiones. Al empezar, toma conciencia de que estas con Jesús Que has ido a encontrarte con El y El te recibe para compartir ese día con El… Cierra los ojos y háblale de lo que quieres compartir con El. Pídele que acreciente tu fe y te haga ver lo que El quiere para ti y que te de la fuerza para amarle y responder a todo lo que te pida. Presenta al Señor todo lo que llevas en tu corazón para que El lo mire y lo toque con su amor. Abandónaselo a El. Después de leer un pasaje del Evangelio Pregunta al Señor: ¿Jesús que es lo que quieres decirme con estas palabras…? ¿Hay algo en mí que debe cambiar para saber responder mejor a tu amistad…? ¿Cómo puedo acrecentar mi fe y mi amor por ti y los hermanos? Al terminar un tiempo de reflexión sobre estas u otras preguntas que te hagas escúchale en tu corazón y déjale hablarte en el silencio.
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